“Si hablan, se pudre todo”, explicó una alta fuente judicial sobre uno de los debates más importantes que se realizará en el primer semestre de este año. Mañana, en el Centro Judicial de Monteros, comenzará el juicio contra los tres policías acusados de haber asaltado a un hombre de Famaillá en febrero del año pasado. El caso tuvo trascendencia nacional porque los acusados quedaron registrados en una filmación. Las imágenes dan cuenta de que cometieron el ilícito con el uniforme y las armas provistas por la fuerza.

Según la acusación de la fiscal Mónica García de Targa, el 19 de febrero de 2022, Gustavo Guillermo Fernández (con prestación de servicios en el cuerpo de Infantería de la Unidad Regional Capital) se presentó en la casa de Jorge Nacif para distraerlo. Minutos después, al lugar llegaron en dos automóviles Martín Darío Romano (compañero del supuesto entregador) y Bruno Carmelo Ciolfo junto a otros dos uniformados que hasta el momento no fueron identificados.

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Al descubrir al dueño de casa, usando armas de fuego, los policías comenzaron a exigir la entrega de dinero. La víctima escapó del lugar y los acusados se apoderaron de unos $ 20.000 que tenía escondidos en uno de sus vehículos.

SORPRESA. Las cámaras de la casa captaron a los policías en el lugar.

Extraoficialmente se manejó otra versión. Supuestamente, Fernández le fue a avisar a Nasif que se había enterado que sus compañeros habían pensado en asaltarlo porque sospechaban que podría estar vinculado al tráfico de drogas, aunque la víctima negó esa versión y declaró que se dedicaba a la compra y venta de vehículos usados. También trascendió que los asaltantes se habrían apoderado de $1 millón, pero el asaltado también desmintió esa posibilidad.

Otros casos

La visibilización del video de este hecho generó un giro inesperado en la causa. Un joven (su nombre se mantiene en reserva por cuestiones de seguridad), al ver las imágenes, se presentó en la ex Brigada de Investigaciones para denunciar su caso. Relató que el 18 de febrero, seis policías se presentaron en su finca del este de la provincia fingiendo realizar un operativo antidrogas. Le dijeron que debía pagar $ 1 millón a cambio de que no le armaran una causa porque en el fondo de su casa tenía plantas de marihuana.

Personal al mando de los comisarios Miguel Carabajal, Diego Bernachi y Jorge Dib, establecieron la veracidad del hecho. Señalaron que los efectivos, después de apoderarse de varios elementos de la finca, mantuvieron secuestrada a la víctima por horas hasta que la familia del joven pagó un rescate de $200.000 y la entrega de un Fiat Palio Weekend para liberarlo. Establecieron que lo tuvieron retenido en la plaza de barrio Jardín, a metros de la división Homicidios y de la Jefatura de Policía. Al comprobar que se trataba de un secuestro extorsivo, el expediente fue investigado por la Justicia Federal.

El fiscal federal Agustín Chit, con colaboración del titular de la Unidad Especializada en Secuestros Extorsivos Ricardo Marquevich, siguió adelante con la pesquisa. Los hombres de Gendarmería Nacional y de la Brigada Antisecuestros de la Policía Federal terminaron de cerrar el caso. Detuvieron a Ricardo Julio Rodríguez, Romano (el mismo que será juzgado a partir de mañana), Eduardo Germán Agüero, José Antonio Gallo y José Benito Bella. Todos ellos, que forman o formaron parte de la fuerza, habrían integrado un grupo que se dedicaba a cometer diferentes ilícitos. El juez federal Fernando Poviña los procesó a todos.

ARRESTO. La Policía detiene a dos efectivos, a un civil y a un policía federal que habrían secuestrado a un taxista para exigirle un rescate a un narco.

En medio de la pesquisa de este caso, al analizar los celulares, los investigadores descubrieron que estos hombres también tenían vínculos con otros acusados por algún secuestro extorsivo. En junio de 2021, los policías provinciales Luciano Campos y Jonathan Díaz; los federales Néstor David Medina y Gonzalo Lagoria y el civil Ángel Medina, fueron acusados de secuestrar a un taxista para pedirle dinero o drogas a un supuesto narco (suegro del chofer). Los cinco esperan ser enjuiciados.

Panorama

El juicio que comienza mañana tiene algunas aristas importantes. Moreno y Ciolfo (son asistidos por la defensora oficial Raquel Ferreyra Asís) y Fernández (defendido por Jorge Muñoz y Benjamín Núñez Arevalo) enfrentarán a un tribunal por el robo que sufrió Nasif. La fiscal García de Targa ya anticipó que solicitará una pena de 20 años para cada uno de ellos.

Pero lo más importante es lo que puedan decir durante la audiencia. Tanto es el temor que los tres tienen custodia especial desde hace varias semanas, ya que habrían recibido amenazas para que no contaran todos los detalles. Es que los investigadores creen que ellos, en realidad, son integrantes de una banda integrada por más policías que se dedicaría al robo de drogas y dinero de narcos o al secuestro de personas vinculadas a ese delito. Todo parece indicar que los acusados, al haber sido abandonados por sus pares, no tendrían problemas en dar a conocer a otros miembros de la organización, incluso, a los cabecillas.